Vamos a por la X etapa del Camino Levante-Sureste, es nuestra ultima etapa del año 2019. Comenzamos en Ataquines para finalizar en Medina del Campo.

En nuestro recorrido dejamos a un lado a San Vicente del Palacio y pasamos junto al río Zapardiel, un paisaje muy castellano, lleno de humedales y pinos.

Llegamos a Medina del Campo, esta localidad se sitúa en el suroeste de la provincia de Valladolid, a orillas del río Zapardiel.  Medina del Campo es cabecera de la Mancomunidad Tierras de Medina,  compuesta por una treintena de municipios.

Entre sus muchos monumentos e iglesias destacamos:

El Castillo de la Mota, está situado en una elevación del terreno —mota— y domina la villa y toda su extensa comarca. De él arrancaba un recinto amurallado, ampliado en tres ocasiones, que abrazaba la población, y del cual subsisten algunos restos. Se edificó con el característico ladrillo rojizo propio de la zona, empleándose la piedra únicamente para pequeños detalles, como troneras y escudos. Fue declarado  Bien de Interés Cultural en noviembre de 1904.​

La Colegiata de San Antolín,   es, junto con el castillo de La Mota, el edificio histórico más importante de Medina del Campo. Se encuentra situado en la plaza mayor de la localidad y, aunque la parte principal es característica del gótico final, la construcción es compleja, abarcando estilos desde principios del siglo xvi hasta el siglo xvii, e incluso modificaciones posteriores, muchas de ellas debidas a necesidades de mantenimiento y reparación (si bien, todavía en 1903 se remodeló una capilla para enterrar a uno de sus párrocos).

La Colegiata, una obra del siglo xvi, custodia el Pendón de los Reyes Católicos, destaca en su  interior un retablo plateresco, el retablo de San Gregorio, decorado con primorosas pinturas renacentistas del siglo xvi. A sus encantos se suman la capilla de las Angustias, una Piedad de Juan de Juni, la sillería del coro con bellos relieves de Juan Muniategui del siglo xvii, y un fabuloso órgano de Sebastián Miranda.

No podemos olvidar la importancia que Medina del Campo tuvo en la rebelión Comunera.El 21 de agosto de 1520, en el contexto de la Guerra de las Comunidades, la ciudad se negó a entregar la artillería presente en la ciudad a las tropas imperiales de Carlos V, a sabiendas de que, si se las entregaban, estas serían utilizadas contra Segovia. La respuesta realista consistió en provocar el incendio de varias partes de la localidad, hecho conocido como la quema de Medina, lo que produjo la destrucción de buena parte de la villa y el estallido definitivo del hasta entonces incipiente movimiento comunero en toda la Corona de Castilla.

Después de casi 19 kilómetros, llegamos a Medina del Campo, con tiempo sobrado para tomar un vermut, reponer fuerzas y prepararnos para la comida.

Como es habitual en la marcha de fin de año y con las Navidades a la vuelta de la esquina, no nos faltaron los adornos típicos de estas fechas.

Siempre en esta marcha la participación de peregrinos asociados o amigos de ACASSE-VA, es muy numerosa. Celebramos nuestra particular comida de «empresa» donde no faltan los villancicos, panderetas, castañuelas y la botella de anís.

Con este ambiente navideño después de la comida, montamos en nuestro autobús preferido, nuestro Pescador, (que no podía tener mejor nombre) para regresar a nuestro punto de partida.

Otra marcha inolvidable, para nuestros recuerdos. Hasta la próxima