LLEGAMOS A RONCESVALLES
Iniciamos la peregrinación RONCESVALLES 2.013 programada por ACASSE-VA en Tordesillas, punto de encuentro de los 34 peregrinos que optaron por participar. Con puntualidad exquisita partió el bus que nos conduciría al mítico poblado jacobeo. La mañana se ofrecía con un sol espléndido después de la copiosa lluvia que nos lleva casi inundando durante las jornadas precedentes. Parada técnica en las inmediaciones de Burgos y otra más larga en Vitoria para comer.
Seguidamente nos ponemos rumbo a Roncesvalles. Pasada Pamplona, la carretera se estrecha y se va llenando de curvas. Lentamente vamos transitando por poblaciones que en las dos primeras etapas debemos de “desandar”. Las fuertes subidas y bajadas causan cierto respeto a los participantes ya que el camino se hace más duro de lo que aparenta la carretera. A media tarde arribamos al poblado de “Roldán”. Nos recibe un sol casi de justicia que reverbera en los montones de nieve que se acumula por doquier. Directamente nos trasladamos al albergue donde ya teníamos plaza reservada. Magníficas instalaciones totalmente nuevas las que ofrece este establecimiento dependiente de la Basílica. Primera planta, en módulos de cuatro. En un momento todo el mundo estaba situado.
Hubo tiempo para dar un paseo y sacar foto-recuerdos del entorno: naturaleza viva, iglesia de Santiago, escultura de la muerte de Roldán, iglesia del Santo Espíritu o Granero de Carlomagno, monolito dedicado a la batalla de Roncesvalles y por último la Basílica.
Eran las seis en punto cuando se iniciaba la eucaristía, que como dijo el celebrante “éramos unos privilegiados el poder celebrar la misa del Domingo de Resurrección en lugar tan señalado como era en el que nos encontrábamos”. Misa solemne, con incienso, órgano y cánticos en gregoriano. Al inicio dieron la relación de peregrinos y nacionalidades de procedencia. Muchas y muy diversas, de los cinco continentes, aunque parezca mentira y es que el Camino de Santiago tiene un “no sé qué” que atrae de manera irresistible. Después leyeron la procedencia de los nacionales y ¡cómo no! al numeroso grupo de la Asociación del Camino del Sureste en Valladolid. Y para más alegría pascual, tres componentes de ACASSE-VA participaron en las lecturas y las preces. Todo muy emotivo. Pero faltaba la “guinda”. Al final de la ceremonia religiosa fueron invitados todos los peregrinos a reunirse junto al altar para recibir la BENDICIÓN DEL PEREGRINO. Se impartió en diferentes idiomas rematándose con la Salve a la Madre que preside el templo.
Caía la tarde. El frío de la montaña se hacía notar por lo que la mayoría se retiraron al albergue. Cena en el mismo…y a descansar, pues la diana se establece por las “ordenanzas” del albergue a las 6,30 de la mañana. Y a pedir para que el lunes no volviese la lluvia.