del Sureste en Valladolid
DÍA 28 DE MAYO DE 2016
Dejamos el monasterio para coger un camino que se interna en un pinar y sin pérdida nos conduce hasta Agés, punto de inicio real de la Etapa, donde después de unas fotos de sus tradicionales casas de piedra y madera, continuamos hasta llegar a Atapuerca a las 11, donde paramos para comer el bocadillo pues ya hacía más de cuatro horas que habíamos salido de casa.
Abandonamos Atapuerca por un camino a la izquierda y por unas pista pedregosa subimos hasta un alto donde hay una cruz de madera. A la izquierda una alambrada y varios carteles nos indican que se trata de una zona militar.
Durante la bajada ya se puede observar Burgos, aunque aún está a 18 kms, y un cartel nos informa de la maravillosa vista que podemos observar desde este punto. Un cruce nos invita a seguir de frente, pero también se puede girar a la izquierda hacia Villalval ya que más adelante se juntan ambas rutas y por una carretera llegamos a Cardeñuela. No paramos aquí ya que a dos kms. está Orbaneja donde si hacemos otro descansillo.
Continuamos la marcha y nada más pasar sobre la AP-1 llegamos a unos unifamiliares. Si seguimos
de frente llegaríamos a la localidad de Villafría. Nosotros giramos a la izquierda, marcado con la opción «Río», pues el autobús está en Castañares, y por una pista de tierra llegamos a la valla del aeropuerto que dejamos a nuestra derecha caminando más de 3 kms. hasta llegar al pueblo. Quedan más de 7 kms. y algunos caminantes deciden hacerlos en bus. Son más de las dos y aun queda más de una hora de marcha por lo que no paramos.
Cruzamos la N-120 y nos dirigimos al río Arlanza que cruzamos por un puente peatonal, caminando junto al río por una zona verde y arbolada, ya que hasta llegar al centro de Burgos toda la zona sur del río es una inmensa zona de recreo.
Por fin llegamos al puente del Cid, cerca de las tres y media y atravesando la Plaza Mayor nos acercamos al restaurante La Burgalesa donde comimos.
A pesar de que se esperaba un día lluvioso, el tiempo fue mejor de lo pronosticado y apenas dos veces tuvimos que colocarnos el poncho o chubasquero.
Al finalizar la comida, la cual se alargó demasiado, el autocar nos llevó al albergue de los maristas junto a la Cartuja de Miraflores, donde nos instalamos y después de una ducha nos volvió a llevar a Burgos. Había que visitar la ciudad, muy animada pues se celebraba «la noche blanca», y además se jugaba la final de la copa de Europa entre los dos «madriles». Parte del personal decidió quedarse en un camping próximo al albergue y verlo allí. Nos acostamos a las 12.